Los homeópatas afirman que Hipócrates pudo
haber originado la homeopatía alrededor del año 400 a.c. cuando prescribió una
pequeña dosis de raíz de mandrágora para tratar la manía, sabiendo
que la produce en dosis mucho más grandes. En el siglo XVI, el pionero de
la farmacología Paracelso declaró que pequeñas dosis de "lo que
enferma al hombre también lo cura”. Samuel Hahnemann (1755-1843) le dio su
nombre a la homeopatía y expandió sus principios a finales del siglo XVIII. En
ese tiempo, la medicina dominante usaba métodos como la sangría y la purgación,
y administraba complejas mezclas, como la triaca veneciana, que
estaba compuesta por 64 sustancias, incluido el opio, la mirra y la carne de
víbora. Estos tratamientos a menudo empeoraban los síntomas y a veces
resultaban letales. Hahnemann rechazó estas prácticas, que habían sido
elogiadas por siglos, como irracionales y desaconsejabas, en su lugar,
defendía el uso de medicamentos únicos a dosis más pequeñas y sostenía una
opinión inmaterial y vitalista sobre cómo funcionan los organismos vivos,
pues creía que las enfermedades tenían causas espirituales, además de
físicas.
REMEDIOS Y TRATAMIENTOS
Los practicantes de la homeopatía se basan en dos tipos de
referencias para prescribir remedios: materia
médica y repertorios. Una
materia médica homeopática es
una colección de "perfiles de remedio", organizados alfabéticamente
por "remedio". Estas entradas describen los patrones sintomáticos
asociados a remedios individuales. Mientras que un repertorio homeopático es un
índice de síntomas de enfermedades que enumera los remedios asociados con
síntomas específicos.
La homeopatía usa varias sustancias
de origen animal, vegetal y sintético en sus preparaciones. Por ejemplo:
El arsenicum album (óxido de arsénico), natrum muriaticum (cloruro de sodio, sal de mesa), Lachesis muta (el veneno de la cascabela muda), opium (opio) y thyroidinum (hormona tiroidea).
Además, los homeópatas usan tratamientos llamados
"nosodes" (del griego noso,
enfermedad) hecho de material infectado o productos patológicos como
secreciones fecales, urinarias y respiratorias, sangre y tejidos. Los remedios
homeopáticos preparados a partir de especímenes sanos son llamados
"sarcodes".
Algunos homeópatas modernos han
considerado bases más esotéricas para la preparación de remedios, conocidos
como "imponderables" debido a que no se originan a partir de una
sustancia, sino de una energía electromagnética que supuestamente fue
"capturada" en el alcohol o lactosa.
Los ejemplos incluyen rayos X y luz solar. Algunos homeópatas también usan
técnicas que son consideradas por otros practicantes como controvertidos. Estas
incluyen "remedios de papel", en los que se escribe la sustancia y la
disolución en piezas de papel y estas se prenden a la ropa del paciente, se
guarda en su bolsillo o se ubican bajo vasos de agua que se les da a los
pacientes, además del uso de la radiónica para preparar remedios. Tales
prácticas han sido fuertemente criticados por los homeópatas clásicos como
infundadas, especulativas y rayando en la magia y superstición.
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